Sonríe, aunque estés triste, porque más triste que una sonrisa triste es la tristeza de no saber sonreir.

22 de diciembre de 2011

El guardián entre el centeno.

Él me preguntó qué pensaba de todo lo que acababa de contarles. No supe qué demonios contestarle. Si quieren saber la verdad, no sé qué pensar. Siento habérselo contado a tanta gente. Lo único que se es que, en cierto modo, echo de menos a todas las personas de las que les he hablado.Creo que hecho de menos
hasta a mi peor enemigo. Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. Si lo hacen, empezarán a echar de menos a todo el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario